Vía Fantillou (205 metros)
Roc de Sedour-La Gran Paroi
Surba-Francia

Rebuscando en las guías, nos encontramos con una pared, cerca de donde estamos, con metros y grados asequibles para seguir sumando vivencias y metros verticales.


Muy cerca de Calames, en el vecino pueblo de Surba, vemos en lo alto una franja caliza que con la perspectiva no parece muy alta pero que supera los 200 metros en alguno de sus paños. Allí nos dirigimos para explorar sus rincones.
Salimos del pueblo en dirección a la pared según reseñaba la guía y tras una pechada de casi una hora de subir, nos encontramos a pie de vía en un sitio inhóspito y alejado del mundo a tan sólo unos pocos cientos de metros de la civilización.

Al parecer, por allí no pasan muchas cordadas. Lo deducimos por lo poco pisado del terreno y por la tierra y matojos en muchos de sus agarres.
Coincidencias de la vida, ese día también les apetecía subir por allí a un padre y su hijo para celebrar que el padre, hacia 20 años que escaló esa vía, así que compartimos ruta y alguna anécdota más con esta simpática pareja de franceses.
La vía es un regalo. Una línea evidente por un espolón, buscando diedros y fisuras por donde atacar hasta su cima.

Grado apretado y mantenido sobre el 5°+/6a que en ocasiones se pone duro. Las chapas escasas y los posibles sartenazos buenos le ponen la guinda a esta maravillosa ruta. Una joya escondida entre los kilómetros de roca que la rodean.

La bajada, que es fácil, a nosotros se nos atragantó, con embarque, rapel desde un árbol a una canal infecta llena de vegetación y zarzas y a la salida de la canal nuestros nuevos colegas franceses buscandonos para darnos nuestras zapatillas que muy amablemente nos habían acercado desde el lejano pie de vía donde las habíamos dejado. Desde aquí un reconocimiento a estas y otras personas como ellos que se preocupan de hacer felices a otros, aún sin conocerlos.

La Fantillou quedará en mi memoria, por ser una gran vía, en un entorno increíble, por mi compañera de vida y cordada que la disfrutó tanto o más que yo y por el gesto amable y desinteresado de nuestros compañeros de roca ese día.





