Riglos: Vía Carla al Mallo Colorado

Tarde de primavera, liviana de temperatura, colores vivos y aromas sutiles. Así nos recibió nuevamente este maravilloso lugar.
Poco rato pero intenso para disfrutar de lo que nos apasiona……escalar.
Chabi, que ya se me hace mayor, declino amablemente la invitación. En fin…… fueron múltiples las excusas para justificar que los «apretones» que nos metimos en Morata la tarde anterior habían dejado «tocado» al pobrecico zagal.
De todas formas nunca hay mal que por bien no venga, y ese parabién llegó cuando Ángela se apunto a tan merecido disfrute.
Risas y buena conversación animaron el viaje, después un café (para engañar el hambre) y acabar finalmente, coincidiendo con viejos amigos, Joan, Alejandro y Javier, con los que «charramos » un rato.
Sin prisa nos fuimos al Mallo Colorado para recorrer en cuatro largos la vía Carla (V+) situada en el flanco sur. Amable en el grado y bien marcado el recorrido por las «chapas negras». Diez cintas más reuniones fue todo cuanto necesitamos para llegar a la cima.

El descenso por la cara sureste mediante un rapel de 35 metros instalado en una sabina cimera nos devolvió al camino
Un atardecer gris amenazador de lluvia nos acompaño durante toda la senda de regreso. Satisfacción por estas horas tranquilas y de sosiego nos inundaron. Risas por la ausencia de nuestro compañero excusado con tan poco éxito……..
Sólo restó la vuelta a la ciudad. La lluvia, que nos dio tregua esa tarde, se hizo compañera de viaje.Bien mereció la pena.

Roca Dreta de les Vals – Via KRT (dormido, durmiendo)

Un tremendo sonido engulle mis sueños. El maldito despertador suena implacable. Puag!……..todas mañanas igual…….¡mierda!…… en el mejor momento.
Hoy mi subconsciente andaba jugando con piel femenina, plena de suavidad y envuelta en lencería atrevida. Un bonito sueño para tan brusco despertar.

Zumo de naranja, café con leche, tostada y noticias en la tele………..la rutina diaria antes de ir a trabajar. Siempre me levanto con tiempo suficiente para que el ritual del desayuno conjure el malhumor.

Que mala suerte, solo ha sido un sueño -me digo- . Pienso en los momentos oníricos pasados, delicia irrecuperable que me sobrecoge.


El Papa Francisco impartirá la Bendición Urbi et Orbe en la Plaza de San Pedro hoy domingo -escucho en las noticias-. En ese momento la televisión me devuelve a la realidad, aunque esta vez es más amable……..hoy es domingo y no me he levantado pronto para acudir al trabajo……¡hoy he quedado para «trepar»!…….
Desaparece la pereza y guardo en un cofre de la memoria mis delicias nocturnas………..Debo darme prisa, he quedado con Chabi a las 07.30 y todavía tengo que coger el material…..nos vamos a Roca Dreta de les Vals, cerca del municipio tarraconense de Arnes para hacer la vía KRT, otra clásica de las cien…
La furgoneta devora los kilómetros y casi sin darnos cuenta llegamos a Calaceite, hermoso pueblo de la comarca del Matarraña (Teruel) situado a unos 12 kilómetros de nuestro destino. Paramos a echar un café con pastas. Chabi me deja sólo un instante. Me recuesto sobre el respaldo de la silla permitiendo que el sol de la mañana, que entra a través de la inmensa cristalera, me relaje. La mente vuela, quiere recuperar el último sueño de la noche. Trato recobrar las sensaciones, cierro los ojos y busco en mis recuerdos la textura de esa piel blanca y suave, calor y aroma de mujer…… En ese momento siento como una mano se posa en mi hombro, un escalofrío me recorre,…………..para instantes después……zarandearme.
Joder «master» que te has dormido, estas un poco espeso hoy!!!……cuando menos recordarás como llegar a la zona de estacionamiento.
Pues sí, aún lo recuerdo desde el fallido intento anterior -le digo-. Y es que hace dos años no retiramos después de haber finalizado el primer largo. Mira -continuo- antes de llegar al casco urbano de Arnes y a la altura de la báscula, giras a la derecha por un camino estrecho asfaltado. Tras un par de kilómetros, verás que el camino se bifurca. Tomaremos el de la derecha que según los tramos puede ser de tierra o de hormigón. Pasados tres kilómetros más, llegas a un ensanchamiento de la pista donde verás una caseta derruida y una señal que indica «les Vals»……….pues ahí dejamos la furgoneta y a partir de ese punto y por un camino que sale a la izquierda nos adentramos en el valle hasta pie de pared……….¿lo recuerdas?
Veinte minutos desde el estacionamiento es el tiempo necesario de aproximación. Pista forestal que en poco tiempo se convierte en camino de vereda entre bosque de pino y matorral que discurre paralelo al río hasta situarnos a la altura del objetivo. Un ligero ascenso y una fácil trepada (III) nos dejan al pie de la muralla.

Chabi carga con las cuerdas, dos de 60 metros, yo con el resto de material 22 «cintas expres» a la postre demasiadas aún teniendo en cuenta la cantidad de seguros del primer largo, con 19 o 20 más reuniones será suficiente.También llevo los estribos, al menos para los dos primeros pasos del primer largo.

El entusiasmo acelera el paso de mi compañero…………mis sueños ralentiza el mio, aliento, carmín, respiración entrecortada, un variado catalogo de sensaciones que lastran mi progresión. Cuando vuelvo a la realidad veo que Chabi ha subido de tirón y sin encordarse el muro de unos 8 metros (IV) que separa el suelo del inicio propio de la vía y que se encuentra señalada con un placa con su nombre «KRT».

Ehhhh……..subes hasta aquí?…..No, echa los cabos de las cuerdas y empiezo desde abajo, al fin y al cabo llevo ya todo el material colgado -le contesto- .Cuando llego a su altura inicio el primer largo.

Dos pasos en A1 me sitúan a la altura del tercer «spit» del que me cuelgo para resoplar un poco, vaya calentón de entrada -grito-, ¿como? -pregunta Chabi- no nada, nada, ya verás cuanto te toque. A partir de aquí comienza un muro de unos 35 metros con equipamiento muy viejo (buriles, clavos, cordinos y algún spit). Me planteo forzar en libre (6b+) algunos pasos pero desisto, no se «chapa» bien y paso de complicaciones, evidentemente sólo hago en libre los tramos obligados, un total de tres. Dentro de un gran nicho hay tres «spits» que sirven para la reunión. Montada esta, me acomodo lo mejor posible y recupero a mi «colega».
Recuerdos de ensueños de sudor ajeno y seda fina cierran mis ojos apartándolos de tan bello paisaje. Los tirones de la cuerda y un claro exabrupto, que sube desde el valle, me hacen recordar que Chabi anda peleando con los estribos. Me parto de risa, a la vez que pienso en los viejos tiempos en los que se aseguraba a «hombro». Si tuviera que hacer esto hoy, los 90 kilos de humanidad del otro lado de la cuerda me iban a pasar buena factura.

Una vez  juntos y sin perder tiempo Chabi inicia el segundo largo. Treinta o treinta y cinco metros bien asegurados con un único paso de 6a+ muy bonito. Sonriendo sale de la reunión en corta travesía hacia la izquierda. Disfruta un montón en este conglomerado de grano fino y buena adherencia.

El equipamiento es algo viejo, pero, en general, los «spits» están en buen estado y dan la confianza necesaria. Cuarenta metros para este tercer largo, con una dificultad mantenida de 6a, muy disfrutones, que me hacen, a la vez que estoy concentrado, pensar en caricias y abrazos, susurros y jadeos nocturnos. Chapo, aprieto, relajo y añoro, bonita mecánica hasta el final. En la amplia plataforma decido montar la reunión en la primera instalación que se ve (3 spits) reforzandola con una cinta a una sabina. Me parece más cómoda que la que hay situada un par de metros más arriba y equipada con dos «paraboles».

Andado maestro, te esperan cincuenta  metros de V+. A mitad de esta cuarta tirada verás un reunión intermedia, saltala y montala en la siguiente que según la reseña es un plataforma muy cómoda -le digo a Chabi-. Oye ¿te pasa algo?…….te noto……ummm…….no se……. diría……como en un estado de felicidad permanente……o algo así….Bueno ya te contaré luego……anda rápido para arriba que luego se nos hace tarde para las cervezas – le contesto –
Precioso, precioso!!!……..-grita emocionado-…….¿cuanto te falta para llegar? – pregunto – Tres «chapas», ya verás que bonito…….Efectivamente, cincuenta metros de muro vertical con alguna panza. Mantenido de principio a fin, cantos pequeños y buena adherencia. Un goce continuo para el escalador. Un V+ (o más) de los de escalar fino.
Dos tiradas más entre 40 y 50 metros y de grado menor (IV /V) nos depositan en la cumbre. Allí al fondo después de pasar una sabina dos «paraboles» indican el final.

Bueno que………andando o rapelando…..como bajamos? – interroga Chabi – Andando que en esta vida cuantos menos rapeles hagamos mejor……total el tiempo que se invierte entre una opción y otra es parecido, y por el mismo precio….menor riesgo…….que ya somo perros viejos…….¿no te parece?…….

Remontamos ya desencordados unos cien metros de amplia cresta hasta llegar a un muro de 3 metros (IV) que escalamos con facilidad. A partir de allí hacia la derecha (para los rapeles se va hacia la izquierda) por una senda marcada por hitos de piedra, a veces difícil de seguir por la espesura del bosque, llegamos hasta un destrepe que nos devuelve al punto de partida.

Master….preciosa vía no?. Si, me ha gustado mucho. La verdad es que no esperaba esto…..es muy muy recomendable – le contesté – . A propósito ahora me contarás el motivo de tu sonrisa ¿no?………………..

Las sábanas ocultaban nuestros cuerpos mientras jugábamos y reíamos.  Mis dedos acariciaban su piel y enredaban con la seda de su ropa que tanto deseaba arrebatar…….su cadera redonda animaba mis más profundas pasiones……cada vez estábamos más cerca. Sudor y aliento, labios ardiendo, néctar en la boca y olor a deseo……

Oscar, Oscar, Oscarrrrrrrrr!!……me zarandea  Lourdes, está sonando el despertador, ¡páralo ya!…….¡otra vez te has  vuelto a dormir!

Hostia es verdad!!!!!………. he quedado con Chabi para ir a escalar a la Roca Dreta de les Vals………

 

ANOREXIA AL MALLO COLORAO – RIGLOS

VIA ANOREXIA. (MALLO COLORAO) – Los Mallos de Riglos-

Había oído que era el paraíso. Que el cielo parecía mucho más lejos ante la majestuosidad del entorno. Que las cimas parecían inalcanzables y que el magnetismo era inigualable.

Había oído que la roca te llamaba suave y tentadoramente con cada racha de viento que  te llegaba y que el corazón se apretaba en sí mismo a medida que te acercabas a ellos porque eran los MALLOS, Los MALLOS de RIGLOS.

Y ahí estaban.

Y era verdad.

– ¿No has venido nunca a Riglos? – dijo sorprendido uno de mis maestros de escalda (el moreno).

– No, no me has querido traer hasta ahora!!! – contesté en tono acusador e inocente con una sonrisa.

– ¿Y qué haremos? – dejó escapar mi otro maestro de escalada (el rubio) desde los asientos traseros de la furgoneta.

– Ve decidiendo maestro, que ya casi estamos. – contestó el piloto.

Como Zipi y Zape, hermanos de cordada, se pasaban la pelota de uno al otro. Yo volví a sumirme en mis pensamientos ante la cada vez más cercana imagen de las peñas. Mis “maestros escaladores” iban a meterse caña ese día, querían guerra y posteriormente se vió, la consiguieron (Ver piada: Riglos dos por uno). Yo me iba a unir a Karles e Isa que de escapada escaladora habían cruzado unos cuantos kilómetros para hacer de ese día un encuentro y compartir uno de sus días festivos en la roca de Huesca con nosotros. Nuestros amigos iban a ir más suaves porque llevaban ya en sus pies de gato un día por detrás de buena roca y tras esa jornada aún tendrían la suerte de tener uno más por delante.

La llegada al parking fue seguida del encuentro y un rápido desayuno en el bar que dio pie a saludos, puestas al día y la decisión de qué se iba a trepar esa mañana. Vuelta a por la equipación correspondiente y puesta en marcha. Tras desear suerte a mis maestros, nuestras rutas se separaron y tras 20 minutos más o menos de aproximación para la llegada a pie de vía por un camino bastante bien marcado (aunque sin la experiencia de Karles puede que hubiese sido más largo), toqué por fin esa roca venerada y dije “hola” a la vía que iba a ser conquistada:

La Anorexia (Mallo Colorao)

L 1 (V) : Karles fue el jefe de la expedición e inició el primer largo rápidamente. Mientras yo esperaba con ganas a que el grito de “reunión” diese el pistoletazo de salida para Isabel y para mí. Cuando llegó el momento me lancé a la piedra, miré hacia lo alto y me dije “pa’ arriba”. Largo cómodo de V con buenas presas y buenos pies, sin dificultad alguna, aunque en un par de panzas que no desploman puedes moverte un poco a los lados (sin salirte de la vía) si como en mi caso, la largura de pierna no acompaña. Haciendo un paso intermedio se superan sin ninguna dificultad las dos y en nada se llega a la R1.

L2 (V): Con un poco de altura todo parece más espectacular. Cuando Karles fija la siguiente reunión ponemos los gatos de nuevo en la vertical. En la misma dinámica que el anterior, encontramos otra panza esta vez un poco más pronunciada donde hay que subir pies, buscar buenos agarres a la derecha y tirar sin pensarlo para no quemarte en la indecisión, el trayecto hasta la siguiente reunión se hace muy divertida. Se asemeja a una escalera muy disfrutona donde caben pies y manos por doquier.

L3 (III): Largo cortito y de transición que te aproxima a la siguiente reunión y que te pone en una mejor posición para observar toda la magia que hay alrededor. Isa se lo pule en dos minutos y en nada llegamos nosotros para seguir maravillados con el paisaje.

L4 (V): Vuelta a la dinámica de los dos primeros largos aunque con algo menos de dificultad, la roca algo más suelta sin que esto sea motivo de preocupación. Se hace rápido y muy cómodo y en nada nos situamos en la cima para las fotos de rigor.

La bajada la hicimos rapelando por la parte trasera, rapel de unos 40 metros y tras coger el sendero acabamos de rodear el mallo para pillar el camino de bajada.

Nos desviamos un poco para echar un ojo a nuestra pareja de compañeros. Están más abajo de lo esperado así que nos dirigimos al bar-restaurante para recuperar fuerzas.

Tras comer de manera sobresaliente nos quedó largo rato para comentar esa jugada y muchas otras, tanto pasadas como venideras. Nuestros compañeros se hicieron de rogar y cuando finalmente regresaron ya con la caída del sol, (por algo se hacen llamar la cordada más lenta de Riglos), les tocó a ellos disfrutar de la cerveza que pone a todo día de escalada un final feliz. Isa y Karles cogieron carretera hacia su siguiente objetivo de su escapada escaladora. Nosotros apuramos en el bar.

–          ¿Tú qué tal? –  me preguntó Chabi tras exponer junto a Óscar las aventuras y desventuras que tuvieron que pasar ese día en la roca todavía con la cerveza en la mano.

–          ¿Yo?, con ganas de más mallos. No me ha servido ni para empezar. – Y era verdad. Como a casi todo escalador que se precie, Riglos me conquistó- La vía me ha gustado pero me he quedado con ganas de apretar más y jurar un par de veces por la vertical pero como toma de contacto, esta bien… ¿Cuándo volvemos?

Ambos dibujaron un par de sonrisas pícaras observándome. Sabían que había caído en el embrujo mallero, supongo que como en su día lo hicieran ellos. Estaban haciendo muy bien su trabajo de maestros para llevarme al lado oscuro de la roca.

–          Pronto –  contestó Chabi
–          Cuanto antes – puntualizó Óscar.

Sabían que me habían hecho feliz.

Genial – acabé yo.

TERCER DIA-TERCERA VIA-DIEDRO UBSA

El Pistolero y su Compañera estaban dormidos.
    El “cuenta tiempo” cambio de minuto. Justo en ese momento,  un sonido estridente y penetrante salió de sus tripas. El Pistolero y su Compañera abrieron los ojos y se regalaron una visión, un tanto borrosa al principio y más nítida después, de lo que les rodeaba; De nuevo estaban en la “casa rodante”  cerca de una gigantesca mole de piedra, que les llamaba como llama un amigo a otro antes de comenzar el juego.
   La luz fue ganando a la oscuridad, mientras, el Pistolero y su Compañera se pertrechaban de su cuantioso armamento  para atacar a ese gigante llamado Peñon de Ifach  por uno de sus flancos más débiles; una cicatriz sin cerrar, oscura y profunda, resultado de la lucha constante de este gigante contra los intempestivos y crueles  Dioses del Tiempo; el “Diedro UBSA”
   Se situaron frente  al gigante, como en un duelo en la Calle Mayor de cualquier pueblo del salvaje Oeste entre,  Jhon Cullum Cara de Poker  y Flaherty Speed. La tensión se evidenciaba. Mientras, cientos, quizás miles de gaviotas, cantaban sus graznidos al cielo sintiendo la imponente presencia del Pistolero y su Compañera y la importante misión a la que estaban destinados. Por un lado, el Pistolero y su Compañera.  Por otro, 250 metros de espantosa y desafiante verticalidad.
   Cuando el Pistolero alzó la vista, sus manos, con la consciencia inconsciente que le dan sus años de batallas y conquistas, se acercaron a los flancos, buscando su “correa de la vida”  en busca del armamento que le permitiría derrotar a este nuevo ogro. Fijamente, miró a su adversario y sin apartar la vista, sin pestañear, buscó todas sus heridas, grietas y agujeros, haciéndose una imagen mental de donde le castigaría con más crueldad para, como no podía ser de otra manera, alzarse con el triunfo nuevamente.
  La mente del Pistolero y de su Compañera se quedaron en blanco, absortos por la inminente batalla, todas sus energías se concentraron en una  única y sola razón; la conquista del gigante.



TERCER DIA-TERCERA VIA- DIEDRO UBSA

   Nos Situamos a pie de vía sobre las 08.30 de la mañana del día 30 de marzo. El tiempo es apacible y está despejado. La meteo promete proporcionarnos un buen día de escalada y la vía elegida también. El diedro UBSA (Unión de Buitres Socialistas y Anarquistas), un diedro que sale casi desde la misma base de la pared y va remontando por diedros y fisuras hasta la cresta que separa las dos vertientes de esta emblemática montaña. Aunque sabemos por las reseñas que la dificultad máxima esta entre el 5º+ y el 6ª, desde abajo se muestra imponente.

   Para no molestar a los señores Gaviotez y ponerlos nerviosos,  me decido a entrar un poco mas a la izquierda del comienzo de la vía ya que  ayer, unos escaladores nos dijeron que había un nido de gaviota y que había que pasar casi por encima de el para acceder al primer largo. Me meto en harina y subo hasta la vira desde la que dan comienzo otras vías paralelas a la que nosotros vamos a subir. No encuentro la reunión a la primera y me voy yendo a la derecha hasta un parabolt en el que decido montar la reunión y recuperar a Ángela. La reunión de la vía esta todavía un poco masa la derecha, a unos tres metros con dos parabolts, pero desde donde estaba no la podía ver a causa de unos bloques.

  Mientras estaba montando y recuperando a mi compañera, veo que comienza a subir otra cordada hacia donde yo me encontraba; dos chicas y un chico. Cuando llegan a  mi altura les pregunto que donde se van a  meter y me dicen que en diedro UBSA. Me parece extraño que no me pregunten y que vayan un poco a la suya, por lo que decido darme prisa y empezar a escalar en cuanto llegue Ángela a la reunión. Dicho y hecho; en cuanto llega Ángela me asegura y comienzo la travesía a derechas hacia el comienzo de la vía, pasando por detrás de la otra cordada ( que aun se estaba preparando) y pidiendo permiso amablemente para colocar una cinta exprés en uno de sus seguros. Les digo que voy a comenzar la ruta y el chico me mira con cara de pocos amigos. La verdad es que nosotros habíamos empezado mucho antes que ellos y no me pareció que hiciera nada malo. De cualquiera de las maneras, continuo la travesía hasta encontrarme con la fisura que da comienzo a esta preciosa vía.

  Largo 2.- V+  Comienzo a escalar por la fisura y con muy buenos agarres voy ganado altura hasta llegar a la 2ª reunión de la vía, muy cómoda en el interior de una pequeña cueva.  En uno de los pasos claves, saque los fisureros del arnés y cuando elegí el que entraba perfectamente en la fisura, sin saber cómo ni por qué, mi mosquetón con casi todos los fisus se dio el vuelo de su vida y acabo 50 o 60 metros más abajo, entre los matorrales. Un escalador que pasaba por allí (iban a “Los Valencianos”) los recogió y quedamos en la cima para recuperarlos, pero ellos debieron de ir más rápido y cuando nosotros llegamos, ya no estaban allí. Pregunte en el parking por los fisus o por el escalador que los recogió, pero nunca más se supo.  En este largo encontraremos algún parabolt en los pasos más chunguillos, aunque para el resto será aconsejable subir algún friend o empotrador (y que no se te caigan). Un largo exigente y muy bonito.

Largo 3.- V+- 6ª La salida de este tramo es la que marca el grado en este largo. Dos o tres pasos con los pies pulidos y buenos agarres para las manos a la salida de la reunión y para montarse encima de la fisura que tenemos encima justo de nuestras cabezas (dos parabolts). Una vez montados en el saliente, continuamos por terreno más fácil (IV+ – V) y con pocos seguros fijos hasta la siguiente reunión que montaremos cómodamente en unas repisas a la izquierda del gran diedro que veremos a nuestra derecha y que es por donde va nuestra vía. No confundir con la línea de chapas que salen recto hacia arriba.

Largo 4.- V+ Comienzo la escalada por este diedro, saliendo recto de la reunión hacia un seguro un poco oxidado y después con tendencia derecha para meterme de lleno en el diedro. Este largo también es exigente y no te deja descansar hasta la salida del diedro, que se cierra en su parte más alta y desploma. Los seguros están justos y lazaremos algún puente de roca por el camino. Este tramo es precioso, como el resto de lo que hemos hecho hasta ahora. Una vez superado el desplome del diedro, montaremos la siguiente reunión, también cómoda.

Largo 5.- V En dos o tres pasos, nos metemos de lleno en la enorme chimenea llena de derrumbes y de bloques empotrados gigantes. Unos pocos parabolts aseguran este largo, pero podremos lazar bloques, puentes de roca y si se quiere, hay muchos sitios donde colocar friends o fisureros. Cuando llegamos debajo del característico bloque empotrado, pasaremos por debajo del mismo y continuaremos escalando en el sentido que llevamos con tendencia izquierda. HAY QUE PASAR POR DEBAJO DEL BLOQUE!!  No hagáis como yo que me fui a la izquierda y me monte en el bloque empotrado tras una travesía larga y sin protección, arrastrando las cuerdas que rozan muchísimo y con pasos muy expuestos, aunque fáciles.  Una vez pasado el bloque, nos encaramamos en el mismo escalando por la izquierda hasta colocarnos justo encima del bloque empotrado. La reunión está en la placa de encima del mismo.

Largo 6.- V+-6ª  Un paso un poco más difícil a la salida de la reunión será el que marque el grado en este largo. Justo encima de la reu, veremos un parabolt y un poco más arriba un clavo a medio meter. Si, es por ahí. Chaparemos el parabolt, luego el clavo, seguiremos hacia arriba hasta otro parabolt y luego nos iremos, en clara travesía a buscar un cordino en un puente de roca muy a la derecha para, a los dos o tres metros del cordino meternos en la chimenea. La entrada a la chimenea tiene tela. Sin ser difícil, es rara y te obliga a arrastrarte un poco para evitar salirte y caer (mas teniendo en cuenta que el último seguro es un cordino en un puente de roca a tres metros de distancia en paralelo)

Una vez dentro de la chimenea, iremos trepando por una serie de resaltes y formas muy bonitas que hace el agua al pasar por allí y arrastrar los sedimentos. Es una especia de roca y barro con formas de columnas, agujeros, estalactitas… Algunas de esas formas no dan la sensación de aguantar una tracción pero, de momento, aguantan. Al final de la chimenea deberemos de salir de la misma hacia nuestra izquierda, a buscar la gran cueva conocida como “Cine de Verano” donde montaremos la reunión en el extremo izquierdo de la misma, pasando por un tramo de roca descompuesta y sin proteger desde la chimenea hasta la reunión.

Rapel; Una vez en la reunión del “Cine de Verano” deberemos asomarnos  a la pared de nuestra izquierda para ver la instalación de rapel. Monto el rapel y pa´bajo.  Le llaman rapel pendular, pero no hay que hacer ningún péndulo, solo ir con precaución hacia  a la izquierda poco a poco ayudándote de los agujeros y resaltes de la pared hasta lazar una anilla de la reunión de la vía “Costa Blanca”. Pasamos esta reunión y seguimos desplazándonos a la izquierda hasta la siguiente reunión que es la nuestra.

Largo 7.- V Un quinto mantenido que nos dará la sensación de un poco mas de grado, pero se ahce muy bien. Al principio del largo tenemos otra travesía a la izquierda, dirigiéndonos hacia el diedro evidente y precioso que se ve desde la reunión. En la travesía (fina) encontraremos un par de parabolts y en el  diedro alguno más. Saldremos del diedro hacia la izquierda, por debajo de un bosquecillo de palmitos (palmeras pequeñas) y rodeándolo hasta la placa, donde encontraremos la reunión.

Largo 8.- IV+ – V Otro bonito diedro, protegido por dos parabolts (el primero muy alto) y que termina en una chimenea angosta. Esta salida del diedro se puede fuera de la fisura o por dentro. Yo, como no lo vi muy claro, me metí en la fisura-chimenea (Off-width) y me arrastre literalmente por dentro. Una vez dentro no puse ningún seguro, ya que de lo encajonado que estaba era prácticamente imposible salirse de allí.

    Salgo a una canal donde termina el diedro y desde allí, a la derecha, encima de una placa a montar la última reunión de la vía.

  Desde aquí a la cima es una trepada de IIIº sin dificultades. Aunque se puede hacer encordado, nosotros la hicimos con las cuerdas al hombro. Una vez arriba, por tercera vez en tres días, nos permitimos unos minutos de descanso para comer algo de fruta y charlar con otras cordadas que terminaban la faena en esos momentos. Algunas fotos para celebrar esta magnífica escalada, unos momentos de reflexión y de disfrute saboreando los recientes recuerdos de estas fisuras y diedros espectaculares y con la calma, pa´bajo.

El Pistolero y su Compañera salieron del blanco en ese momento. La batalla había concluido. Los brazos en tensión, los dedos acariciando su material de guerra. Jadeantes y satisfechos. El gigante había caído.

 Aun cuando en su yo mas intimo, sabían que era una de muchas, también se sabían vencedores. Una vez más los dioses (no sabían cuales, pero no importaba) se habían puesto de su parte.

En silencio anduvieron durante el camino de regreso a la “casa rodante” pensando, quizá, en la siguiente batalla por librar.

El pistolero volvió la vista atrás y con expresión de añoranza, y por qué no, cariño,  rindió debido culto a su adversario, inclinándose ante el gigante caído y reconociendo su valor en la batalla. El gigante respondió al saludo iluminando su faz y admitiendo la derrota.

DATOS TECNICOS;

–          Dos cuerdas de 60
–          Juego de fisureros
–          Friends variados (alguno grande)
–          Cintas y cordinos para puentes de roca
–          12 cintas exprés
–          Casco
–          Material para rapelar
Impresionante via. Para mi gusto una de las mejores  de todas las que hasta el momento he tenido el placer de ascender. Del todo recomendable.

TRIADA MAÑA. «LOS VALENCIANOS»

TRIADA MAÑA-  “LOS VALENCIANOS”

SEGUNDO DIA, SEGUNDA VIA

29 de marzo. La vía planteada para hoy es “Los Valencianos” Una vía que asciende por la pared sur-este en su parte más izquierda.

   07.00 de la mañana. Lluvia. Abro el ojo a y oigo el suave tintineo de la lluvia en el techo de la furgo.

  – Mierda, llueve

Salgo de la casa rodante por que las necesidades humanas urgen después de varias horas de sueño placentero. En el árbol de enfrente, dos chicos y una chica aguantan bajo un árbol la lluvia.

–         Buenos días

–         No tan buenos, no sé si escalaremos hoy

–         Zeus  proveerá, si a bien tiene

  Después de desayunar con tranquilidad, preparar material y tomarnos el pertinente colacao para hacer tiempo mientras esperábamos pacientes que Zeus proveyera y viendo que no era asi, cogimos los trastos y nos encaminamos a la pared. Remontamos la senda que pasa por debajo de las paredes cogiéndola al final del paseo marítimo y en unos 15 minutos llegamos al pie de vía.

   Zeus seguía sin resolver sus dudas mientras nosotros nos mojábamos.

   Colgamos material, desenrrollamos cuerdas y comienzo el primer largo.

En el pie de vía hay una indicación clara de por dónde comienza la vía, con una inscripción “Valencianos” y una flecha dibujada en la roca.

 El primer largo recorre una zona de roca un poco rota al principio y luego por unos resaltes con tendencia izquierda para llegar a la primera reunión en un largo sencillo y con dos o tres parabolts.

   Al llegar a la reunión del primer largo, por fin Zeus proveyó y ceso de llover. Digamos gracias.

   El segundo largo hace una travesía muy marcada hacia la izquierda, para remontar al final de la placa recto y luego volver a la derecha. Esta reunión se sitúa justo encima de la anterior. No encontraremos ningún seguro fijo en este tramo. Lo más conveniente es proteger una posible caída del segundo poniendo algún friend o fisurero al final del tramo vertical (justo antes de desviarse a la derecha) Es un largo fácil y matojero.

 VISTA DEL DIEDRO DESDE LA SEGUNDA REUNION 

  En el tercer largo realizamos una larga travesía a la derecha, chapando una reunión que tenemos unos metros más a la derecha de la nuestra y seguiremos hacia un diedro donde encontraremos un parabolt al comienzo del diedro. Este paso es el más complicado de la vía. Decir que esta pulido seria optimista. Resbala muchísimo, aunque hay buenas manos y se puede asegurar con friends (grandes), da un poco de yuyu por que es como escalar sobre una superficie de cristal. La reunión está encima del diedro.

  Tras recuperar a Ángela me dispongo a escalar las placas que se sitúan a la izquierda de la reunión. Sin duda son los largos mas bonitos de la vía. Placas de agujeros y regletas, con pocos seguros fijos y algunos cordinos que nos irán marcando el recorrido. Desde esta reunión se ven varias líneas de parabolts, no equivocarse de vía. Habrá que ir a buscar la placa y un poco a la izquierda, buscando la zona más “lavada” de la pared.

 Justo por el diedro-fisura de la derecha se ve una línea de seguros que pertenecen a la vía  Polvos Mágicos (pendiente para otro viaje) La nuestra va mas a la izquierda.

  Dos largos de 4+ nos llevaran a la cresta que separa las dos vertientes de esta mole. La tónica es la misma en los dos; agujeros, fisuras y regletas nos acompañaran en una bonita escalada con mucho ambiente y disfrutona.

  Largo seis. Una vez en la reunión del quinto largo, el otro lado de la cresta nos regala una visión espectacular: mar, puerto, paseo, playa y pueblo. El que asegura casi se tambalea por la fuerza del viento y las cuerdas luchan por estar plegadas en un vaivén que hace al asegurador parecer una maraña escaladora.

 Continuaremos  cresteando hacia la derecha sin ningún seguro fijo hasta llegar a un diedro con un cordino lazando un puente de roca. Subiremos por el diedro que nos permite poner algún seguro más y al poco encontraremos un clavo. Cuando el diedro se cierra, salimos por la izquierda para montarnos encima del mismo. Desde aquí a la sexta reunión hay un trecho por unos resaltes fáciles.

    Desde esta reunión veremos a nuestro compañero en la anterior, lo cual facilita mucho la labor de entendimiento mutuo porque Eolo aquí, castiga incluso con más fuerza.

  El séptimo y octavo largos son de transito. Salimos rectos hacia arriba en dirección a la cima. Nosotros los hicimos encordados y lazando algún bloque o poniendo algún empotrador.

En el penúltimo largo, mi mirada se aparta un momento dos metros más allá de nuestro recorrido. Cuando el casco de mi compañera se pone a esa altura le digo:

–         Oye, asómate por ahí – la mirada curiosa de ella se desvía y se acerca a la salida de una chimenea vertical espectacular que intimida a la par que prenda. Los dibujos abruptos de la roca, y sus colores, su contorno… todo va dibujando un diedro que en la escala de 10 podría calificarse de 11.

– Alaaaaaaaaa!!!! Que pasada no???

Conseguida la reacción que quería sonrío – Pues por ahí vamos a subir mañana – me devuelve una sonrisa más amplia que la mía si cabe. Vuelve a mirar al vacío y deja escapar un tímido y a la par emocionado “que guay”…. – Ala! Tira pa’ arriba que si no te quedarás ahí.

Sin dificultad llegamos al collado de la ante cima, donde monto la reunión y recupero a Ángela.

 Una vez arriba, los turistas y caminantes te miran curiosos y algunos preguntan;

–         Habéis subido por ahí???

–         Yes ai can.

–         Jodo, que guevos.

–         No es pa tanto, todo es ponerse.

–         Conocéis a Calleja??

–         Si, habitualmente está al otro lado de la cuerda.

Eso me hace recordarle, y no puedo evitarlo «– Segundo día. Segunda vía. Vía Valencianos. Saludos desde la cima. –» un mensaje que provocara una sonrisa (y un «que cabritooossss») a cientos de kilometros de distancia y muy cerca en mi cabeza.


Un poco de fruta, unas fotos, relax y senda pa´bajo. En unos 45 minutos estamos de nuevo en la casa rodante, donde nos espera una merecida cerveza.

 DATOS TECNICOS

–         Vía “Los Valencianos”  al Peñon de Ifach
–         máximo 5º+ (un par de pasos en el diedro lavado)
–         Dos cuerdas de 60
–         Friends y fisureros
–         10 cintas expres
–         Cordinos y bagas para alargar algún seguro y lazar puentes de roca
–         Casco

Preciosa ruta. Para repetir.

TRIADA MAÑA. VIA «PANY»

TRIADA MAÑA. TRES DIAS TRES VIAS

Norte, Sur Este y Oeste; Riglos, Soria y La Pedriza, Montserrat y otras rocas catalanas…. El puente presentaba lluvias a diestro y siniestro por todo el territorio Nacional excepto….

–          “Espera, mira a ver: Calpe”

–          “Alguna probabilidad de lluvia algún día y viento otro pero es lo mejor que hay”

–          Pues ya está decidido. Nos vamos al Peñon.

El miércoles 27 de marzo partimos hacia Calpe, por orden obligada de la meteo en respuesta a nuestras ansias de escalada. Nuestra intención es escalar en el Peñón de Ifach, un sitio precioso donde la verticalidad y el ambiente están garantizados. Nuestro objetivo; la “Pany”, la “Valencianos” y el “Diedro Ubsa”. Tres vías con las que llevaba mucho tiempo en la cabeza y que supondrán una toma de contacto con esta preciosa mole de piedra que tantas miradas atrae de escaladores y foráneos.

  Llegamos a Calpe , tras hacer noche a medio camino, el día 28 sobre las 10 de la mañana y nos ponemos en marcha.

 Material por los suelos y reseñas en el bolsillo, las manos empezaban a irse solas y los pies estaban ya en la roca antes de empezar siquiera la aproximación. Cargamos lo conveniente y tras un primer vistazo para ubicar la ruta que teníamos previsto hacer como “desayuno” comenzamos a subir por la senda normal y muy bien acondicionada, hasta situarnos al pie de vía.

   La vía “Pany” fue la primera ruta de escalada propiamente dicha del Peñon, aunque muchos años antes, los habitantes de Calpe ya se encaramaban a aquella gigantesca mole para divisar la llegada de barcos piratas y prepararse para rechazarlos.

   LA PANY (territorio gaviotil)

   Llegamos a pie de vía con el jadeo propio de la subida y nos situamos en la entrada de una chimenea en la que se ve un parabolt a unos 6-8 metros del suelo. Comienzo la escalada por la chimenea y poco a poco voy ganando metros. Algún cordino en puentes de roca y algún bloque empotrado con bagas viejas van asegurando la progresión en este largo. A la salida de la chimenea te tienes que ir a la derecha a buscar la reunión.

–          “¿Qué tal la roca?

–          “Rara, diferente… me gusta.”

Y era verdad, una roca diferente que a veces da la sensación de estar pulida y resbalar, pero que se queda en eso;  una sensación.

 En el 2º largo vamos con tendencia a la derecha y arriba, por terreno con matojos y poco claro, pero sin perdida. Voy buscando algún puente de roca y algún parabolt y al poco llego a la reunión, en la cual hay un nido de gaviotas a unos dos metros lo que provoca algún que otro ataque con vuelos rasantes y amenazadores, que por ir de primero sufro en carnes.  entienden que no suponemos ningún peligro para sus huevos y se limitan a mirar de reojo y guardar el nido.

 

  

El 3º largo se pone más recto y con más de lo mismo; cordinos y algún parabolt aseguran nuestra posible caída y poco a poco, por un paraje precioso que se divisa mejor en cada metro que ascendemos, llegamos a la siguiente reunión.

Los largos se suceden sin mas variación que los ataques de las gaviotas de vez en cuando con el consecuente susto y nervios. Saldremos rectos de la reunión hacia arriba hasta una especia de plataforma desde la que efectuaremos una travesía a la izquierda a buscar la reunión en la entrada de un diedro evidente. Encontraremos algún parabolt (uno o dos)  y muchos sitios donde colocar fisureros o friends.

En el 4º largo saldremos por el diedro a buscar un parabolt que se ve arriba y algún cordino. En lo alto del diedro seguiremos un poco hacia nuestra  derecha para encontrar la reunión en una buena plataforma, como no, habitada por la familia Gaviotez.

 En la salida del 5º largo el nido que tenemos a medio metro, justo debajo del primer paso, vuelve a  provocar los continuos y cansados graznidos de la gaviota “madre” lo que hace que no nos andemos con muchos miramientos y hagamos una escalada rápida.  Vamos con tendencia derecha y luego izquierda, buscando lo más evidente hasta la siguiente reunión. Desde aquí ya se ve la majestuosidad del patio y las vistas son preciosas.

 6º largo. Con la referencia de los cordinos y parabolts seguiremos ascendiendo por roca buena y muchos sitios donde colocar seguros adicionales. Las vistas son tremendas y ya se escucha a los turistas y paseantes que han subido a la cima por la senda que nosotros dejamos abajo en el principio de la vía. El tiempo nos acompaña y la temperatura es la idónea.

    El 7º largo es más o menos igual que los dos o tres anteriores. Buena roca, cordinos, parabolt de vez en cuando y mucho ambiente. La reunión final de la vía la haremos en un par de parabolts que encontraremos justo antes de la cima, aunque algunas cordadas prefieren hacerla en el hito de hormigón que marca el punto geodésico, arriba del todo.

  

 Una vez en la cima las vistas son espectaculares, con el mar hacia un lado y toda la sierra de Calpe hacia el otro. La situación estratégica del Peñón le da un carácter de “monolito” a gran escala que proporcionara al que suba por cualquiera de sus  rutas una gran satisfacción al alcanzar su cumbre.

–          Felicidades – Nos dice una lugareña con una sonrisa amable.

–          Gracias – contestamos a dúo. Nos miramos y nuestro pensamiento conecta : Primer día, primera vía.

“La Pany”, superada.

  DATOS TECNICOS

  – Vía; Pany al Peñón de Ifach
– Toda la vía saldrá 4º con algún paso de 4º+
-Cuerdas dobles
– 6 cintas exprés
– Juego de fisureros o friends (no son necesarios, pero pueden quitar un poco de tensión en algunos alejes)
– Cordinos varios para puentes de roca
– Casco

Una buena vía para “abrir boca” en las escaladas de este fantástico lugar. También es una buenísima vía  para iniciarse en rutas de varios largos y de poner cacharrillos (entran a  saco en todos los largos)

Riglos, dos por una (Canal de la rosaleda y Currucuclillo)

Riglos, dos por una (Canal de la rosaleda y Currucuclillo)

Casi un año sin acariciar la roca «riglera» era para nosotros demasiado tiempo……..echábamos de menos los bolos, las panzas, el patio y las cervezas en el bar…………
Mi propuesta era meternos en harina directamente, hacer una vía de tanteo para adaptar el coco al patio y así la siguiente visita hacer algo serio……..quería probarme en «todo tiene fin» o el «espolón Arrabal»….pero por la materia gris de Chabi rondaba otra idea más «clásica». Ojeaba y hojeaba la nueva guía de escalada (muy recomendable) con avidez, diría yo que estaba en estado de trance. Sólo apartaba la mirada para dirigirla a las rutas que desde la ventana del bar se podían ver. Entre tanto Ángela, Isa y Karles ya habían decidido a donde ir. Yo, en la espera, me tomé hasta dos cafés con leche…….y realicé las correspondientes visitas al baño.
Cuando por fin cerró el libro respiramos aliviados. Sin todavía saber sus planes salimos del bar…..y una vez en la furgoneta rompió su silencio. – Mira «master», hoy me apetece un poco de «marrón» así que si te parece nos metemos en la «canal de la rosaleda» y seguimos por la «vía del taco», no tiene mucho grado (IV+/V) pero hay que ir colocando hierros incluso en las reuniones -.
Su determinación me convenció y debo reconocer que también me apetecía «cacharrear» puesto que tiene su puntito en Riglos. Hubo dos anotaciones de la guía de escalada que me llamaron la atención, roca delicada  y ruta con escasas repeticiones.
Ángela, Isa y Karles, se fueron al mallo Colorado, nosotros al Frechin. Bueno nos vemos luego para comer………y nos despedimos hasta esa hora…..
Con la «quincalleria» puesta y preparado para la acción, Chabi inició el primer largo, decidió acceder por la entrada de la «currucuclillo» para después ir haca la izquierda y ganar la fisura de la «canal de la rosaleda». Lo cierto es que a mi  me parecía más lógico entrar directamente desde abajo de la canal, pero me di cuenta de mi error de calculo más tarde.
Con tacto y sin prisa fue ganado metros por la fisura. Vi que tardaba en meter seguros,  que raro – pensé – Eh….tío …..mete algo que llevas ya más de diez metros!!! – le grité. Con su tranquilidad habitual me contestó que todo estaba muy roto. Más tarde colocó, para mi alivio, una «exprés» que resultó ser un seguro más psicológico que real (lazó una higuera no más recia que un pulgar).
Por la fisura se movió despacio, con calma, pero sin poner seguro alguno. En el reloj de la iglesia sonaron las campanadas que anunciaban el medio día. Tuve la impresión de que nos esperaba una jornada más larga de lo previsto. Por fin colocó dos «friends» unidos por una cinta debajo del primer bloque que cierra la fisura y que es la antesala de la primera reunión. Respiré aliviado sin hacer ningún comentario. Ahora la reunión -pensé-, pero no fue así, Chabi continuo una vez superado el paso.
Ves la reunión, tiene que haber algún «buril»…….Noooo aquí hay un «cintajo» en un puente de roca, voy a continuar, por aquí la roca está mejor – me contestó-. El ritmo no se alteró, también era evidente que se había saltado la reunión. No hay problema sobra cuerda seguro que llega sin problema a la siguiente – me dije -. Los metros se hacían despacio, los minutos pasaban rápido, no había tensión en ninguno de los dos, el silencio era el amo de nuestro entorno.
Continuó por la fisura hasta que una repisa le guió hacia la izquierda. – Aquí veo un buril, pero tío aquí no monto la reunión, me vuelvo a la canal para ver si por encima del siguiente estrechamiento la puedo montar-. – Oyeee….-le grite- que sólo quedan uno ocho metros de cuerda -.
Chabi continuo hasta situarse debajo del pequeño techo, colocó un friend e hizo un intento. Después de tirar algunas piedras, destrepó hasta el último seguro. Pasó un rato y para mi tranquilidad tomo la decisión más evidente y segura, realizar una travesía hacia su derecha para alcanzar los seguros de la vía «currucuclillo». Minutos más tarde llegaba a la segunda reunión de esta vía.
Era mi turno y casi eran las dos de la tarde. Intenté escalar lo más rápido posible pero después de tirar, con sólo mirarlos, algunos «bolos», vi que la velocidad no era una buena aliada. Cierto es que iba de segundo pero fueron unos metros delicados. Comprendí la lentitud de mi compañero, no era para menos. Supuse que pocas repeticiones y un invierno muy húmedo habían facilitado que la roca, como señala la guía, estuviera delicada, pienso que quizás en exceso.

Ya en la seguridad de una buena reunión recogimos el material sobrante, nos quedamos con trece cintas más reuniones. Inicie el tercer largo de esta vía. El equipamiento generoso, la calidad de la roca me hicieron ir muy deprisa, a la vez que disfrutando un montón por el trazado de la misma, variado y sinuoso. Esta fue la tónica durante toda la ascensión y en poco más de tres horas ya estábamos en la cima.
Ángela, Isa y Karles ya habían dado cuenta de toda la comida, merienda y picoteo variado cuando llegamos…….menos mal que la cerveza es infinita y pudimos saciarnos a placer.
Satisfecho uno de nuestros instintos básicos (beber cerveza) y mientras pedíamos un bocadillo para que Chabi cumplimentara otro (comer), me dijo: – Master, hoy dos por una. «la canal de la rosaleda» porque hemos llegado hasta el inicio de «la vía del taco» y la «curru» porque hace tres años, si recuerdas, nos bajamos de la segunda reunión obligados por el mal tiempo………no esta mal – pensé – mientras apuraba la segunda jarra…….

Margalef (Legio Erasmus, garbanzos y gente de nivel )

Margalef (Legio Erasmus, garbanzos y gente de nivel )

Ahí estábamos de nuevo……..en un lugar distinto con la intención de seguir con nuestra puesta a punto.

Margalef, esta escuela de escalada no nos dejó indiferentes por su belleza y espectacularidad. En esta mi primera visita (Chabi ya la conocía) me quedó tan grato recuerdo que la conclusión del viaje fue obvia: hay que volver siempre que se pueda.
El sábado llegamos a media mañana, estacionamos la furgoneta y tranquilamente y sin prisa nos pusimos manos a la obra. Probamos unas vías sencillas como toma de contacto y para que Borxa, el retoño de Chabi, disfrutara un rato. El sector elegido fue «Cingles del Molí». Después de hacer varios V y un 6a muy amable, tuvimos la intención de probar un 6a+  «plaquero» de este sector pero……….. un grupo de chavales, que no hablaban ninguna de las lenguas oficiales de este país, se nos adelantó en la ruta alterando los planes. Dimos por bueno el calentamiento y pusimos rumbo hacia otros lares.

Durante este entreacto mis compañeros se metieron entre pecho y espalda una buena dosis de ensalada de garbanzos cuyas consecuencias se iban a notar a pie de vía durante el resto de la tarde y en el refugio durante gran parte de la noche.
Ya con renovadas energías buscamos otro sector, elegimos «Can Llepafils». Aquí el grado ya no nos resulto tan amable, con la particularidad además, por lo menos en las vías que seleccionamos, que la primera chapa se encontraba muy alejada, en una roca ligeramente lavada y con salida algo explosiva. Una mezcla ideal para templar nervios. La belleza del lugar que domina una parte del valle se mezclaba con ciertos aromas a garbanzos, pero no había opción…..la cuerda une para bien y…………….. para mal.
Con estos antecedentes, nos metimos al cuerpo con éxito varios 6a y 6a+ que nos pusieron a punto los dedos y la ilusión para afrontar retos de mayor cotación, pero…..el grupo de chavales con el que habíamos coincidido anteriormente, esta vez más numeroso, sitiaron la muralla elegida para nuestras aventuras como salidos de la nada.
Eran una legión de escaladores/as extranjeros, estudiantes universitarios afincados temporalmente en España a los que denominamos «Légio Erasmus» (desconozco si legio lleva acento pero lo pongo). Con su campamento ya asentado y el sitio consolidado a las rutas por nosotros elegidas, decidimos retirarnos, a marchas forzadas, a los cuarteles de invierno. Hay que reconocer, dicho sea de paso, que ya era un poco tarde y que nos sirvió de excusa para ir saborear unas buenas cervezas antes de cenar en el nuevo albergue llamado «El Racó de la Finestra»  lugar acogedor, con buenas habitaciones y no muy caro.
Debió ser porque en el país vecino (Francia) estaban en el periodo que llaman «vacances d´hiver» , pero el caso es que allí, en el refugio, nos juntamos una gran cantidad de peña, y algunos de ellos de mucho nivel, o por lo menos esa era nuestra impresión.

El domingo después de un buen desayuno y con las energías renovadas nos fuimos al sector «La Brasería» con la mirada puesta en los 6b e intentar algún 6c. Las vías discurren por una placa vertical de entrada desplomada, donde el algunos punto los «alejes» son curiosos. La cosa fue muy bien, sin ánimo de caer en autocomplacencia (no me siento político)  y teniendo en cuenta nuestro nivel, nos paseamos por todos 6a y 6a+ de este sector antes de intentar meternos en otras harinas. …pero… he aquí que estando enfrascados en la tarea de hacer metros de escalada antes del gran asalto final al objetivo del día…….llegó nuevamente la «Legio Erasmus» conquistando todo el territorio y apoderarndose de nuestros proyectos.

¿Que hacer? fue la cuestión, emprender una defensa Numantina de la posición, o compartir el «sitio a la muralla» después de establecer las oportunas alianzas. Evidentemente no nos apetecía la batalla e hicimos lo segundo, así que chapurreando un poco francés los de esa lengua, hablando en castellano con los italianos y limitandonos a sonreír con los alemanes….. compartimos agua y «gorreamos» queso. Ellos se metieron directamente el las vías duras de la zona, y nosotros, ya sin opción, nos conformamos con los 6a+ que quedaban.

Quizá podíamos haber forzado un poco más, pero me quedo y creo que ambos nos quedamos con lo positivo, el lugar, las sensaciones, la facilidad con la que escalamos y sobre todo las ganas de volver……..sin tanta espesura humana. Supongo que de la próxima visita saldremos más tocados puesto que nos meteremos en otros «fregaos»……..pero también seguro que más satisfechos, por el esfuerzo y porque el lugar bien lo merece.

Huesa del Común – una escuela para descubrir-

El fin de semana había quedado con Kike para ir al Pirineo. Queríamos subir por la arista NNE al Bisaurín, pero el riesgo elevado de aludes, debido a la gran cantidad de nieve acumulada, y la idea de «patear» por la nieve sin esquís (Kike no los usa) me hicieron desistir.

Chabi, en un principio, tenía programado un viaje a Londres, pero este fin de semana el destino de su vida no pasaba por esa capital. Me avisó esta vez con tiempo, cosa que agradecí.

Donde vamos? fue la cuestión.

Debo reconocer que cuando llevo un largo periodo de inactividad, o como es el caso de este último año de pocas escaladas y de poca dificultad, me decanto, a la hora de elegir zona, por aquellas que ya conozco.

A Chabi no le seducía la idea de «Moratear» puesto que como él si le estaba pegando fuerte este año, llevaba ya unas cuantas sesiones en nuestra querida escuela. Por esto propuso algo que ya desde hacía tiempo insistía, acercarnos a Huesa del Común.

Este pueblo esta situado ya en la provincia de Teruel pero su cercanía a Zaragoza, unos 100 kilómetros hacen más que aconsejable una visita si el escalador quiere disfrutar de la tranquilidad que la zona presenta al estar poco frecuentada.

La zona de escalada se encuentra junto al pueblo, en el valle que recorre el río Aguasvivas . Su orientación predominantemente hacia el sur hacen de el un lugar muy agradable para escalar lo días soleados de invierno. Calculo que habrá más de 40 vías muy bien equipadas que recorren placas y fisuras de una roca caliza excepcional

De los cuatro sectores equipados de la zona nos inclinamos por el más alejado, «Las Jabonerías». Este emplazamiento está equipado con unas 15 vías según la guía de escalada ARAGON (Barrabes editorial). Hicimos 6 vías en total. Las sensaciones fueron muy buenas puesto que me lleve un 6b+ (*) a vista, para mi más que suficiente dado el «parón» de los meses anteriores. Chabi no sólo lo subió sino que se paseo y Angela y Kike hicieron sus primeras incursiones por el sexto grado con mucha dignidad.

Acabamos la jornada en el sector «Daniel Maz» unas placas con regletas y fisuras muy divertidas. Después cervecitas y papas bravas para celebrar la vuelta.

 

P. D. Creo que voy a terminar con la paciencia de Chabi……..pero esto ya lo contaré……

(*)….La referencia al grado según la guía de la zona.

GOURETTE

GOURETTE – A LA SEGUNDA VA LA VENCIDA

GOURETTE – A LA SEGUNDA VA LA VENCIDA (A Quim le Bereber)

Viernes tarde, paso a buscar a Oscar y revisamos la cacharrreria; cuerdas, arneses, cintas largas, cintas cortas, friends, cascos…”esta todo maestro” carretera y manta.

Llegamos a Gourette sobre las 21.00 y nos disponemos a preparar el material para el día siguiente. Llevamos idea de empezar a caminar a las 07.00 de la mañana y es mejor tenerlo todo preparado. Una vez comprobado que tenemos todo a punto para el día siguiente, preparamos la cena y al saco, que mañana toca machacada.

06.00 horas. Suena el despertador y Oscar me da cuatro meneos para despertarme. De un salto me pongo en pie y comienza la aventura.

Desayuno,  trastos y a patear durante una hora hasta el pie de vía. El día se prevé magnifico. La última vez que estuvimos aquí para intentar la vía nos lo impidió la meteo, pero esta vez parece ser que los dioses nos van a respetar.

Llegamos a pie de vía a las 08.00 como estaba previsto. El ambiente es impresionante, con varios picos de calcáreo gris alrededor, prados verdes, la mañana huele a limpio y la montaña se muestra amable. Justo delante, el objetivo de hoy; la via “A Quim le Bereber”  una escalada que discurre por una zona de placas tumbadas y un espolón poco definido a la izquierda de la pared  y alcanza la cima del Pic des Coutchets,  tras escalar unos 650 metros en 16 largos equipados y otros 250 metros de arista desequipada. La pared se muestra magnifica; placas y mas placas tumbadas, otras más  verticales, imponen su presencia retándonos a subir por ellas y disfrutar de lo que más nos gusta; escalar.

Oscar se va a hacer de las suyas detrás de una roca, mientras yo hago lo propio por delante y dejamos así nuestras improntas en tierras gabachas. Después de poner cada cosa en su sitio, nos equipamos y sin hablar me dispongo a escalar el primer largo, como siempre.

Los largos de cuerda se suceden sin variación. Va Oscar, voy yo, va Oscar, voy yo. Nos encontramos en una pared en la que “gatear”  seria más apropiado para definir la actividad que escalar y con mas monotonía que otra cosa vamos ganado altura. En un momento dado, la cosa se pone algo mas tiesa y nos permite disfrutar de lo que hemos venido a hacer; escalar,  aunque la alegría dura poco. Más largos tumbados y mas “gateo” será la tónica en casi todo el recorrido.

Llegamos a la cima a las 16.00 horas, con la sensación de haber subido por una larga rampa, sin casi ningún interés. El paisaje, las vistas desde el pico, la grandiosidad de la zona y que la montaña ese día se seguía mostrando amable, fueron la recompensa a esta larga y monótona escalada.

Nos quedaba la bajada; poco definida en las reseñas pero bien clara en la intuición alpinista de mi compañero, que no dudo en ningún momento en tirarse a las campas muy verticales y con rocas sueltas a la vez que le oía decir mientras se alejaba “por aquí, por aquí”

Tres horas más tarde y con menos agua en el cuerpo que una sardina rancia, llegábamos a la fuente de Gourette a remojar nuestros maltrechos gaznates.

DATOS TECNICOS;

Un par de pasos guapos, un poco verticales de 6ª+ (más fáciles a nuestro parecer) y un diedro final muy bonito es lo único a resaltar de la ruta que a nosotros se nos antojo aburrida y muy monótona.

A la salida del diedro del último largo, yo no encontré ninguna instalación de reunión, así que monte en unas piedras y unas fisuras más o menos buenas que encontré en la cima.

La vía se encuentra protegida en su totalidad con parabolts, aunque no está de más subirse algún cacharrillo (friends pequeños) para las fisuras y para proteger algún aleje, que los hay.

Cuerda doble de 60 metros

8 o 10 cintas largas

Cintajos o cordinos largos para lazar piedrolos en la cresta y la arista

Material para los rapeles. Llevar algún cordino por si los que están puestos están en mal estado.

Navaja

Comida y agua. La actividad es larga y discurre en alta montaña, no es una actividad que deba tomarse a la ligera. Aun cuando la vía está equipada, y los rapeles también, la meteo está condicionada a la montaña, es una actividad larga y la retirada es muy complicada, sobre todo a partir de los largos superiores. Si tiene que ir el helicóptero del tulipán a buscarte, no serás el primero.

BAJADA;

–         Acabada la vía, tendremos que subir por la cresta hasta llegar a la arista. La cresta, aunque fácil, esta desprotegida y muy rota, así que al loro. Una vez en la arista, continuar hacia la cima. Encontraremos un par de parabolts antes de llegar a la instalación del primer rapel. Hacemos el rapel y continuamos por la arista con mucha precaución a causa de las rocas sueltas hasta el segundo rapel, al final del cual tendremos mucho cuidado, ya que acaba en una pequeña repisa colgada al vacio. Seguiremos por la arista hasta encontrar el tercer y último rapel. En este rapel deberemos de bajar con tendencia a  la izquierda según miramos la instalación del rapel, ya que este acaba en la vertiente que da a las pistas de esquí.  Al final de este rapel encontraremos un curioso agujero, similar a una ventana, que da al otro lado de la montaña. Seguimos caminando durante unos 200 metros por la arista que se ha convertido en un cómodo camino sobre la hierba y al final de este comenzaremos la bajada por el lado izquierdo según vamos caminando. Parece que no es por ahí, pero si, si que es por ahí. Bajaremos con precaución, perdiendo altura poco a poco hasta llegar a las tumbadas e incomodas campas de hierba  que nos llevaran hasta los caminos de las maquinas pisa nieves y de aquí a la estación de esquí y al pueblo.